Investigadores jóvenes NITS: Ricardo Ramírez
Ricardo Ramírez es investigador postdoctoral del NITS, académico de la Universidad de Santiago, y desde el próximo semestre, también de la Universidad de Chile. Finalizó su PhD. en Comunicaciones en la Universidad de Sussex, en Inglaterra, en el año 2022, y obtuvo un MSc in Gender, Media and Culture de la London School of Economics and Political Science, en el 2015. Sus inicios fueron en la carrera de Periodismo del entonces Instituto de la Comunicación e Imagen (ICEI), actual Facultad de Comunicación e Imagen (FCEI) de la Universidad de Chile, en donde actualmente realiza su investigación postdoctoral. Se ha dedicado a los estudios de medios de comunicación, en especial en relación con los estudios de género y los estudios de audiencias. Estos son algunos de los intereses que han impulsado su investigación, que forma parte de las apuestas de los nuevos académicos e investigadores en televisión y sociedad.
- ¿En qué ha consistido tu trayectoria académica y de investigación?
Los proyectos de investigación que he llevado adelante, en general, se ubican en la intersección entre los estudios de los medios de comunicación y los estudios de sexualidad y género. Es este un interés que me ha acompañado desde los inicios de mi formación académica y profesional, en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, y que luego se materializó en mis estudios en el MSc in Gender, Media and Culture de la London School of Economics and Political Science, grado para el cual escribí una tesis en la que, a través de un análisis de artículos de prensa sobre la Ley de Unión Civil, exploro ciertos discursos sobre la diversidad sexual que circulaban en la sociedad chilena. Junto a esto, y gracias a mi participación como asistente en varios de proyectos de investigación, pude seguir perfilando mis intereses hacia el espacio en el cual he estado trabajando durante los últimos años, que son los estudios sobre la televisión y los estudios de audiencias. Mi investigación doctoral, de hecho, aúna de forma bastante clara estas preocupaciones. Mirando las formas en la que la televisión chilena ha puesto en imagen a la homosexualidad desde 1990, la tesis con la que defendí el grado de PhD in Communications en la University of Sussex explora las relaciones entre las representaciones televisivas y las vidas cotidianas de miembros de la audiencia que se identifican como gays o lesbianas, tratando de comprender cómo interpretan estas imágenes e interactúan con ellas, produciendo significados que modelan las formas en las que han articulado sus identificaciones sexuales.
- ¿Qué te motivo, en este momento de tu carrera, a hacer un postdoctorado?
Pude hacer mis estudios de magíster y doctorado gracias al programa de Becas Chile. Este programa, que entrega un financiamiento completo, tiene, por supuesto, varias exigencias; una de ellas es que al terminar los estudios hay que volver a Chile. Esto, sin duda, tiene sus complejidades. La principal es que, generalmente, uno se encuentra con dificultades para insertarse a la academia, que es el objetivo que yo buscaba al continuar mi formación académica. En este contexto, me pareció que la realización de un postdoctorado era una buena posibilidad para iniciar este camino y, afortunadamente, conté con el apoyo de Lorena Antezana en este proceso. Ella, desde su rol como académica de la Facultad de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, patrocinó mi postulación al Fondecyt de Postdoctorado, que me adjudiqué para iniciar en 2023.
- ¿En qué consiste tu investigación actual como postdoc? ¿Qué la motivó?
La investigación que estoy actualmente conduciendo, cuyo título es “Audiencias LGBTQ+ chilenas en la era del streaming: interpretaciones y usos de la televisión internacional” (Fondecyt de Postdoctorado 3230271), tiene su origen justamente en los resultados de mi tesis doctoral. En esa investigación, pude observar que las formas en las que la televisión chilena había representado a la homosexualidad desde 1990 hasta 2019, que es cuando hice el trabajo de campo, habían tenido un rol mayormente dañino en las vidas de los participantes, particularmente en sus procesos de identificación sexual. Esto pues, aquellas representaciones – que eran interpretadas como mayormente estereotipadas y simplificadas –, fortalecían emociones perjudiciales que alimentaban una sensación de vergüenza que ha sido descrita en la teoría como propia de vivir en medio de las expectativas de la heteronorma. Como consecuencia, argumento en la tesis que los participantes habían articulado sus identificaciones sexuales en parte a través de un distanciamiento con las imágenes televisivas, distinguiéndose de ellas y estableciendo claras diferencias respecto a las mismas, lo que implicaba destacar su autoidentificación con lo que singularizaban como gays y lesbianas “normales”. Se trata, por tanto, de un consumo televisivo que está marcado por un entramado emocional más bien negativo, lo que me llevó a preguntarme qué pasa entonces con el consumo de programas y narrativas que se disfrutan, cuáles son las posibilidades que se abren ahí. Esto, pensando siempre en las asociaciones que existen entre esas posibilidades y el bienestar de personas LGBTQ+ que vivimos en un sistema cisheteronormativo. Con esas intenciones, que son académicas y también políticas, diseñé la investigación postdoctoral que estoy actualmente conduciendo, cuyo objetivo es comprender las formas en que jóvenes chilenas/os/es que se identifican como miembros de las comunidades LGBTQ+ se relacionan con programas de televisión internacionales donde se ponen a disposición representaciones asociadas a las diversidades y disidencias sexuales y/o de género, mediante el análisis de las interpretaciones que producen, las formas en que estos programas son consumidos y los usos que se ponen en práctica.
- ¿Tienes alguna reflexión preliminar que quieras compartir con nosotros en relación a tu trabajo en curso?
Es relevante destacar inicialmente la importancia que las narrativas televisivas siguen teniendo en las vidas de las audiencias, incluidas las personas jóvenes, que es donde me estoy enfocando en esta investigación, pues son quienes utilizan mayormente las plataformas de streaming. En ese sentido, sin duda han cambiado los dispositivos y plataformas a través de los cuales acceden y las formas en las que consumen estas historias, pero la importancia que tienen en sus vidas cotidianas y en la articulación de sus subjetividades no hace más que confirmarse e incluso fortalecerse. Si bien en esta investigación me estoy enfocando en la televisión internacional, que es lo que más consumen los espectadores jóvenes, creo que ciertos formatos de la televisión chilena también son considerables, en tanto facilitan conversaciones intergeneracionales. Durante este primer año de investigación he conducido entrevistas en Santiago, Concepción y La Serena, donde también tuve la oportunidad de presentar y conversar con estudiantes de periodismo en la Universidad de La Serena y de sociología en la Universidad Central. En todos estos espacios, no he hecho más que observar la centralidad de las narrativas televisivas como espacio de entretenimiento, aprendizaje y discusión social, entre otros, lo que confirma la relevancia que tiene investigar la televisión: sus contenidos y las formas cambiantes en las que se produce y se consume.
- ¿Qué otros ámbitos de investigación te interesa explorar en el futuro?
Como menciono, los estudios en televisión son un área donde hay mucho que explorar. Al respecto, yo estoy específicamente interesado en mirarla desde una perspectiva centrada en las audiencias. Sobre todo, tomando en consideración la manera en que estas narrativas son consumidas actualmente por una parte importante de los espectadores: en conexión con otros medios y otras plataformas. Me interesa, por ejemplo, explorar la forma en que, a partir de la televisión y sus contenidos, se generan conversaciones (offline, pero sobre todo online) que facilitan o dificultan la comprensión de procesos y fenómenos sociales. Las narrativas televisivas no solo tienen la potencialidad de ayudarnos a construir y comprender quienes somos y podemos ser, sino también el mundo que habitamos, funcionando como instancias de aprendizaje social. Es importante mirar esto desde una postura que reconoce esas “nuevas” formas de consumir televisión, otorgando centralidad al componente online y digital. Al respecto, por ejemplo, miro con atención el trabajo que Bradley Bond y colegas hacen desde la psicología de los medios para dar cuenta de las formas en que las personas utilizan los distintos medios y plataformas en interrelación para entenderse a sí mismos, a otros y participar de procesos sociales. De igual forma, creo que es interesante explorar las asociaciones entre esta forma de consumo y la esfera de la producción televisiva, mirando los posibles “diálogos” entre audiencias y productores y cómo esto genera ciertas expectativas desde ambos “polos”. Esto se puede analizar a través de lo que investigadores como Alfred Martin Jr han propuesto como estudios de producción.
- ¿Qué importancia le atribuyes a los estudios en TV?
Asociado a lo que mencioné anteriormente, cuando uno hace trabajo de campo y habla con las personas, se da cuenta de la importancia que siguen teniendo las narrativas televisivas en sus vidas cotidianas. Esto también es coherente con lo que sucede en mi propia vida y en las experiencias de las personas que me rodean. Con la televisión nos entretenemos, nos informamos y nos emocionamos, lo que contribuye a moldear la forma en la que nos entendemos a nosotros mismos y lo que nos rodea. Comprendiendo este rol, se hace entonces evidente la importancia que tiene seguir estudiando la televisión, sus contenidos y cómo estos son producidos y recibidos. Esto, además, teniendo siempre en mente que se trata de un dispositivo en permanente evolución y cambio.
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